El tiramisú se compone de varios elementos, algunos de ellos puede que no lo tengamos en casa en un momento dado, no importa, las recetas caseras siempre admiten pequeños trucos; se puede sustituir una cosa por otra pero muy importante: con mesura, o nos arriesgamos a hacer un sucedáneo, no lo que nos habíamos propuesto.
Así pues pondré entre corchetes los posibles cambios que se pueden hacer sin que peligre el sabor final.
Ingredientes
- 12 bizcochos de soletilla [o una base para tartas]
- 250 g de nata para montar [o montada, o en spray]
- 300 g de queso mascarpone [ si no lo encuentras, vale queso quark, o queso crema batido]
- 3 huevos
- 3 cucharadas de azúcar
- 1 taza de café bien cargado
- 1 chorrito de amaretto (licor de almendras) [ron o vino de Oporto, yo prefiero el ron negro]
- chocolate negro amargo [ si no encuentras se puede sustituir por cacao en polvo con un espolvoreado ligero de café molido]
En cuanto al azúcar yo le pongo sólo tres cucharadas por que la nata ya es dulce y porque así nos gusta en casa, pero puedes poner algo más.
Procedimiento
- Montar la nata.
- Separar las claras de las yemas. Montar las claras a punto de nieve con el azúcar.
- Batir el mascarpone y añadir las yemas con cuidado de que no se baje la mousse.
- Mezclar con cuidado para que no bajen y en este orden: El queso, la nata, las claras.
- Mezclar el café con el licor. Reservar.
- Rallar el chocolate.
- En una fuente profunda, colocar un fondo de bizcochos de soletilla, mojarlos con el café con licor.
- Una capa gruesa de mousse, otra de bizcochos, café... etc hasta acabar todo, debe acabar con una capa de mousse.
- Espolvorear la superficie con el chocolate hasta cubrir por completo, (un colador o tamiz puede sernos útil.)
- Guardar en el frigorífico al menos un par de horas antes de comerlo para que se asiente un poco y mezclen los sabores, está mucho mejor al día siguiente y es mejor que no dure mucho (por la nata y el huevo).